Análisis de God of War Ragnarök en PC

Al igual que su predecesor, God of War Ragnarök sobresale en todos los aspectos. Sin embargo, para disfrutarlo plenamente, es recomendable haber jugado la entrega anterior de la serie.

God of War Ragnarök continúa directamente la historia del anterior juego. Kratos y Atreus se encuentran enfrentados con los dioses nórdicos y son acechados tanto por los seguidores de Odín, como por la resentida diosa Freya.

Por si eso fuera poco, el Fimbulwinter ha llegado a los nueve reinos, causando importantes cambios climáticos que dificultan a los protagonistas desplazarse entre ellos. Este evento precede además al Ragnarök, una guerra decisiva que decidirá el destino del mundo.

Aunque Kratos está cansado de luchar y no quiere tomar parte en estos acontecimientos, la insistencia de su hijo lleva a ambos a involucrarse, e iniciar juntos una nueva aventura por los nueve reinos.

Ragnarök es un juego muy similar a la primera parte en prácticamente todos los aspectos, aunque esta ausencia de grandes cambios es, desde mi punto de vista, una buena noticia. El anterior God of War ya fue para mí una gran experiencia, y me parece que el planteamiento de esta continuación es excelente.

Argumento y trama

El trasfondo, basado en la mitología nórdica, es rico e interesante. Una particularidad de la historia del juego es que los æsir, deidades usualmente vistas como las ‘buenas’, aquí son retratadas como malvadas y son, de hecho, los principales enemigos de los protagonistas.

El elenco de personajes, aunque poco numeroso, está igualmente muy bien desarrollado. Algunos de ellos son además notablemente carismáticos. Destacan especialmente los enanos Brok y Sindri, junto con la cabeza de Mimir, quien siempre tiene alguna anécdota interesante que contar mientras acompaña a Kratos y su hijo en su aventura.

En esta entrega, Atreus, el hijo de Kratos, tiene un papel mucho más destacado que en la anterior, protagonizando algunas secciones del juego en solitario y siendo una figura clave en el desarrollo de la historia.

Kratos, Atreus y Mimir en God of War Ragnarök.

Combate

El sistema de combate en God of War: Ragnarök es muy similar al del juego anterior. Kratos sigue utilizando principalmente el Hacha Leviatán y sus clásicas Espadas del Caos. El hacha, aunque más lenta, es capaz de golpear con gran fuerza y aplica efectos de frío, mientras que las espadas son más rápidas y provocan quemaduras a los enemigos.

Independientemente del arma que se elija, el combate es generalmente muy dinámico y espectacular, permitiendo realizar una amplia variedad de combinaciones ofensivas visualmente impresionantes.

Además, Kratos va contando durante la aventura con la ayuda de varios aliados, como su hijo Atreus, quienes participan en los enfrentamientos atacando también a los enemigos.

Kratos derrotando a un enemigo en God of War Ragnarök.

Progresión del personaje

En God of War: Ragnarök, Kratos y Atreus comienzan desde cero en cuanto a equipo y habilidades, sin posibilidad de conservar el progreso del juego anterior. El propio Kratos menciona en un momento dado de la partida que su armamento previo simplemente se desgastó por darle mucho uso.

Mejorar el equipo del protagonista y sus acompañantes es casi imprescindible para poder avanzar en el juego, ya que los enemigos tienen cada vez un nivel mayor, y los más avanzados resultarán casi imposibles con el equipo inicial.

Para crear nuevas armaduras o aumentar el poder de estas y de las armas, Kratos cuenta nuevamente con la ayuda de los herreros enanos Brok y Sindri, quienes tienen forjas distribuidas por los distintos escenarios. Para ello, se necesitan además ciertos recursos, que pueden encontrarse en tesoros repartidos por el mapa o tras derrotar a enemigos.

Mejora de armamento e inventario en God of War Ragnarök.

El nivel y el poder de los personajes se mide exclusivamente por el equipo que lleven, de forma que es importante ir mejorándolo siempre que sea posible.

Los protagonistas también mejorarán su eficacia en combate adquiriendo nuevas habilidades de sus árboles de talentos gastando puntos de experiencia. Esto les permite acceder a movimientos ofensivos y defensivos adicionales, así como a efectos mejorados para ciertos ataques.

A lo largo de la historia principal, Kratos y sus aliados también ganarán acceso a poderes con los que eliminar obstáculos que antes impedían acceder a algunas áreas y tesoros. Por lo tanto, para completar el juego por completo, es necesario regresar a zonas ya exploradas cuando se tenga la capacidad de sortear los obstáculos que cierran la entrada a ciertos puntos de interés.

Kratos abriendo una puerta entre mundos en God of War Ragnarök.

Escenario

El territorio de God of War Ragnarök, como ya ocurría con el del anterior juego, está repartido en varios reinos independientes a los que solo puede accederse mediante puertas mágicas que los unen entre sí.

Estos escenarios están configurados como mundos semi-abiertos, con caminos ya fijados por los que desplazarse y recovecos más o menos ocultos para incentivar la exploración.

La configuración y el diseño visual de los escenarios del juego son insuperables. Pese a no tratarse de un juego de mundo abierto, los paisajes exteriores de los distintos reinos son por lo general majestuosos, y dan la sensación de ser inmensos.

Kratos contempla el paisaje de Vanaheim.

Es habitual que para avanzar en ciertos puntos sea necesario resolver puzles usando las habilidades de los protagonistas para alterar el entorno. Esto a veces provoca cambios importantes en los escenarios, revelando áreas que antes eran inaccesibles o estaban sumergidas bajo el agua.

Aunque no existe un sistema de viaje rápido como tal, al avanzar por las zonas es posible desbloquear atajos. De esta forma al regresar más adelante los caminos para desplazarse por cada zona son mucho más directos.

Mapa de Svartalfheim en God of War Ragnarök.

Contenido y duración

God of War Ragnarök es un juego bastante extenso. Completar solo la historia principal puede llevar entre 25 y 30 horas a un jugador promedio.

Además, el juego incluye varias misiones y actividades secundarias, que pueden extender la partida hasta unas 50 horas.

Kratos y sus aliados contemplan una medusa voladora gigante.

Rendimiento en PC

Con mi equipo, el rendimiento de God of War Ragnarök ha sido excelente en todo momento. Incluso al jugar en 4K con una tarjeta gráfica de gama media de la generación anterior, el juego ha mantenido una tasa de fotogramas fluida y sin interrupciones.

En cuanto al control del personaje, opté por ratón y teclado, lo cual no presentó ningún inconveniente gracias a la buena optimización para esta opción.

Kratos abriendo una puerta con las cadenas de sus espadas.

Conclusión

Como ya esperaba tras la gran cantidad de premios que recibió en su lanzamiento original de 2022 y mi propia experiencia con la entrega anterior, God of War Ragnarök me ha parecido un título sobresaliente.

Destaca especialmente su trasfondo, una reinterpretación de los mitos nórdicos que se integra casi a la perfección con la nueva historia de Kratos y su hijo. La narrativa mostrada en las múltiples secuencias cinemáticas es formidable, con grandes actuaciones y un apartado visual muy logrado.

El sistema de combate es otro de sus puntos fuertes, ofreciendo una experiencia desafiante y, a la vez, altamente satisfactoria y espectacular.

Sin duda, es un juego que recomiendo, aunque para disfrutarlo plenamente es imprescindible haber completado el juego anterior.

Análisis de God of War Ragnarök (PC)

God of War Ragnarök

Nuestra valoración:

9.5

Gráficos y sonido
9.5
Jugabilidad
9.5
Historia
9
Contenidos
9.5

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Foto del autor

Vothrax

Tras pasar por el Spectrum y el Atari me asenté definitivamente como gamer de PC en los 90. Desde entonces he disfrutado de cientos de juegos en mi plataforma favorita.En 2020 decidí crear PCGamia.com para participar de una forma más activa en el mundo de una de mis principales aficiones.