Análisis de Baldur’s Gate III

Larian Studios da una lección magistral a la industria del videojuego a través del excelente Baldur’s Gate III.

No voy a mentir. Cuando vi por primera vez el tráiler que anunciaba Baldur’s Gate III hace unos años no sólo no me emocioné, sino que de hecho provocó en mí cierto hastío. “Otra franquicia rescatada del olvido para sacarnos los cuartos a base de nostalgia”, me dije.

En mi mente juegos como los Baldur’s Gate originales, Neverwinter Nights o Knights of the Old Republic eran insuperables. «Armas nobles para tiempos más civilizados». Pero gracias a Helm, no podía estar más equivocado.

Pido disculpas si como buen y viejo rolero que ha tirado dados en centenares de mesas, me dejo llevar más de la cuenta. Pero es que Baldur’s Gate III es todo aquello que los que hemos explorado mazmorras podríamos desear.

Este lanzamiento postula por méritos propios a ser el juego del año, y es que ha logrado conquistar al público pese a ser un juego de nicho.

El título no sólo ha roto moldes al no apostar por repetir fórmulas sobreexplotadas para un público que sólo busca la siguiente entrega de una saga recurrente, sino que además ha salido en condiciones óptimas en cuanto a rendimiento y jugabilidad. Sí, me consta que esto no debería ser noticia, pero en un año en el que hemos tenido desastres como Forspoken, Redfall o Gollum parece que la norma hoy en día es tener juegos rotos de salida.

Pero no nos demoremos más, vayamos a los detalles.

Historia

La historia es uno de los puntos más fuertes de este título, así que haremos bien en prestarle atención y dejarnos llevar para colaborar durante la partida en el desarrollo de la misma.

Baldur’s Gate III tiene lugar en los Reinos Olvidados del mundo de Faerûn. Una de las ambientaciones más extensas para el juego de rol Dragones y Mazmorras, que cuenta con infinidad de videojuegos, novelas y módulos de juego.

¡Pero no os preocupéis! No es necesario tener conocimientos previos sobre los Reinos Olvidados para disfrutar de este título. Ni siquiera es necesario haber jugado a las dos entregas anteriores (aunque sigue siendo muy recomendable porque son juegazos por derecho propio).

Según nos vayamos adentrando en la historia, varios personajes nos darán información sobre los aspectos fundamentales del mundo de juego, además nos toparemos con infinidad de escritos que podemos leer para adquirir un conocimiento mayor de este mundo, y que nos ayudarán además a tomar ciertas decisiones y resolver puzles.

En esta aventura encarnaremos a un prisionero que ha caído en las garras de los Ilícidos o Deshuellamentes. Criaturas extradimensionales con apariencia de octópodos humanoides y con terribles habilidades psiónicas. Sin embargo, la nave que nos transporta pronto es atacada por los Githyanki, especie enemiga de nuestros captores, lo que propiciará nuestra huida.

Aquí podremos escoger si jugar como un nuevo personaje generado por nosotros, o si en cambio optamos por uno de los seis personajes por defecto que cuentan con su propia historia única. Esta decisión no es baladí, y supondrá que la perspectiva que tengamos de la aventura cambie según escojamos. Pero no os preocupéis; esto no sólo da rejugabilidad a Baldur’s Gate III, sino que aquellos personajes que no escojamos podrán unirse a nosotros posteriormente en nuestra historia.

Cuando nuestra huida se haya completado, descubriremos con horror que los Ilícidos han implantado en nuestro cerebro un parásito que nos transformará en uno de ellos si no conseguimos extirparlo. Esta situación supondrá el motivo principal por el que nos aventuraremos por los peligrosos caminos de la Costa de la Espada, donde descubriremos que nuestra historia es sólo una pequeña parte de un conflicto mucho mayor que tendremos que ir descubriendo conforme juguemos.

Larian ha creado una narrativa que te atrapa y que te empuja a seguir jugando para saber más de la trama principal y las historias generales. Además, podremos desarrollar las historias de nuestros compañeros con los que podremos entablar una amistad inquebrantable o llegar a luchar a muerte.

Como nos tienen acostumbrados los juegos de rol de este tipo, también dispondremos de múltiples opciones de romance, incluyendo algunas escenas elevadas de tono.

Es muy importante señalar que nuestras decisiones afectarán al desarrollo de la aventura de forma dramática, así que la experiencia será muy enriquecedora. Mi consejo es que cuando os hagáis un personaje penséis en cuál es su personalidad y actuéis conforme a la misma. Porque eso es lo mejor. En este juego no hay decisiones buenas o malas (al menos en la mayoría de los casos), sino distintas formas de afectar a la narración de una historia.

¡Que no se me olvide! El juego tiene una duración bastante extensa, así que si os descuidáis podéis tener una experiencia de más de cien horas de juego sólo en una partida… ¡Y sin misiones de recadero o búsqueda de coleccionables absurdos!

Jugabilidad

Desde la creación del personaje, pasando por los diálogos, el combate, hasta la forma en que nos moveremos por el mundo, Larian ha desarrollado un sistema completísimo que nos dará multitud de opciones sin hacerse engorroso.

Al principio, la jugabilidad de Baldur’s Gate III puede resultar algo árida. Se trata de un juego point and click en el que controlaremos a nuestro grupo a través del cursor del ratón. Sin embargo, a medida que vayamos avanzando en el juego y cojamos soltura, esta barrera desaparecerá por completo.

El combate se desarrolla por turnos al más puro estilo del juego de rol de mesa, lo que nos permitirá establecer estrategias adecuadas para afrontar los encuentros y explotar al máximo nuestras habilidades y el entorno. Y es que Larian ha diseñado una aventura en la que el entorno y cómo interactuamos con él son fundamentales para sacar todo el partido posible a la experiencia de juego.

Las opciones son ilimitadas: ¿Construir barricadas o escaleras con objetos del mundo? Claro. ¿Congelar agua o prender fuego a sustancias inflamables como el alcohol? Por supuesto. ¿Utilizar habilidades como saltar o volar para acceder a zonas inaccesibles y descubrir secretos o tener ventaja en combate? Puedes apostar que sí.

En serio, cada situación que nos presente la historia puede afrontarse de múltiples formas dependiendo también de nuestro grupo y sus habilidades. De hecho, escoger la clase de nuestro personaje y los aliados que nos acompañarán en esta aventura son decisiones fundamentales.

Fuera del combate nos encontramos casos similares. Las habilidades de movimiento nos dan acceso a zonas que de otra forma pasaríamos por alto. Los conjuros son otra gran ayuda, pues nos permitirán hablar con los animales y hasta con los muertos, o bien hechizar a personajes no jugadores o leer sus pensamientos para obtener información y pistas.

Nuestro personaje y sus compañeros adquirirán niveles según ganen experiencia y podremos desarrollar nuevas aptitudes de combate, sociales o de lanzamiento de conjuros. Al principio la subida parecerá muy rápida, pero según progrese la partida cada avance irá siendo más complejo.

Una vez más. No hay una elección buena, lo que debes plantearte es cómo quieres contar tú esta historia.

Escenario

Parte del encanto de Baldur’s Gate III está en el hecho de que Larian ha sabido crear escenarios únicos e inmersivos. Durante nuestras aventuras recorreremos numerosos biomas, desde no tan apacibles bosques, hasta las insondables profundidades de la Infraoscuridad.

Nos moveremos por la Costa de la Espada a través de mapas que debemos explorar y que estarán conectados por zonas de transición. Sin embargo, el viaje entre zonas es muy dinámico gracias a varios puntos de viaje rápido que encontraremos en las zonas de interés de cada área de juego.

Los mapas están llenos de actividades secundarias y zonas secretas, por lo que disfrutaremos de nuestra exploración. En mi caso, dediqué horas a la zona inicial, ya que siempre había un rincón más por explorar o una pista más que seguir hasta otro encuentro o historia.

También dispondremos de un campamento donde refugiarnos y sanarnos entre aventuras. Será aquí donde se resuelvan muchas de las tramas entre nuestro personaje y sus aliados. Además, podremos almacenar todo el equipo del que no queramos desprendernos pero que no podamos llevar a cuestas para evitar sobrecargar a los aventureros.

Una muestra del mimo que ha puesto Larian en Baldur’s Gate III es el que el campamento cambie dependiendo de la zona en la que nos encontremos al descansar. Hay una versión para el bosque, otra para las ruinas y una distinta para las cavernas. Como tantas otras cosas de este título, es un detalle maravilloso.

Gráficos y Sonido

Como ya he señalado al principio, Baldur’s Gate III es un juego muy bien hecho. Visualmente se hace muy agradable, al tiempo que funciona de forma suave en equipos con unos cuantos años. Los escenarios son un ejercicio de preciosismo, y en ocasiones me he descubierto buscando zonas elevadas para poder echar un buen vistazo al área que me rodea.

Las cinemáticas son fluidas y el detalle de los personajes en estas no deja nada que desear. Larian ha afirmado que el juego cuenta con 174 horas de cinemáticas incluyendo transiciones, diálogos y escenas de acción entre otros. Por supuesto será imposible ver todas en una sola partida, ya que dependiendo de nuestras elecciones durante el juego se nos mostrarán unas u otras.

El sonido es otra área destacable. La banda sonora colabora para atraparnos en nuestras vivencias en Faerûn y el doblaje (en inglés) es sencillamente maravilloso. ¡Hasta hay una narradora que nos describe los acontecimientos como en una partida de rol que jugáramos en una mesa!

Multijugador

¿Quieres vivir las aventuras de Baldur’s gate III con tus amigos? Sin problema.

El juego permite jugar en multijugador a hasta cuatro jugadores que vivirán la trama desde su respectiva perspectiva. Si bien no es de las principales funciones del juego, es un añadido más que bienvenido, y que tarde o temprano probaré en detalle.

Conclusión

Baldur’s Gate III es un juego magnífico. Ofrece una experiencia inmejorable, de una gran fluidez y que nos invita a completarlo una y otra vez para explorarlo a fondo.

Sinceramente, no sé qué más se le puede pedir. Si, como yo, eres un aficionado a los juegos de rol, la cosa no hace más que mejorar. En mi caso me he planteado un personaje y estoy jugando según las decisiones que tomaría él, pese a saber que a veces me pondrán en dificultades. Es una opción que sin duda recomiendo.

Como muchos ya, estoy pensando en cómo afrontaré mi siguiente partida tras terminar la primera. ¿Quién sabe? Para entonces a lo mejor incluso ha sido publicada alguna expansión que amplíe las ya de por sí tremendas opciones del juego.

Resumiendo, un juego recomendado al 100%.

Análisis de Baldur’s Gate III (PC)

Baldur's Gate III

Nuestra valoración:

9.5

Gráficos y sonido
8.5
Jugabilidad
10
Historia
9.5
Contenidos
10
Foto del autor

Zaphariel

Amante de los juegos de rol y videojuegos, filólogo frustrado, corrector ocasional, recreador histórico y friki ante todo. Con este trasfondo realizar crítica y análisis de mis hobbies es casi una segunda naturaleza y así he terminado colaborando en PCGamia.