Los consejos de esta guía serán especialmente útiles para jugar a Crusader Kings III en modo ironman.
Crusader Kings III es uno de los mejores juegos de estrategia de los últimos tiempos, pero también puede resultar muy frustrante cuando las cosas se tuercen en medio de la partida. Espero que esta pequeña guía te ayude a evitar esos momentos de decepción en los que parece que todo lo que has estado edificando en el juego se desmorona en un momento.
Jugando a Crusader Kings III podrás encontrarte con situaciones en las que distintas facciones, tanto de tu propio reino como extranjeras, parecen ponerse de acuerdo para levantarse en armas contra el cabecilla de tu facción. Especialmente tras la muerte de un líder, y hasta que su heredero consiga asentarse, el juego puede ponerse realmente complicado. Es en esos momentos en los que seguir estos consejos puede salvar tu partida.
Estos son los consejos de nuestra guía de supervivencia para Crusader Kings III
1 – Consigue alianzas fuertes
Sobre todo al principio del juego, contar con aliados poderosos es vital. Para conseguirlos, la mejor manera es casar a los parientes de tu personaje (especialmente a sus hijos e hijas), con miembros de familias que tengan ejércitos fuertes.
Cuando busquemos un cónyuge para los miembros de nuestra casa tenemos la opción de ordenar a sus posibles emparejamientos por «poder de alianza». De esta forma aparecerán primero los miembros de casas con los ejércitos más poderosos.
Cuando nuestro personaje cuente con aliados, al entrar en un conflicto bélico tendremos la opción de llamarles a la lucha a cambio de algo de prestigio.
2 – Ahorra
En una guerra inesperada los mercenarios pueden marcar una gran diferencia, así que es importante tener un fondo de contingencias disponible por si se diera el caso. Nuestros rivales siempre lo tendrán.
Los mercenarios son además tropas especializadas, considerablemente más fuertes que las simples levas.
Hay que tener en cuenta también que aquellos ejércitos de mercenarios que contratemos no podrán ser empleados por nuestros rivales.
3 – No te des por vencido demasiado pronto
Son muchos los factores que pueden decantar la guerra hacia un lado u otro. Por ejemplo, si tomamos la capital enemiga y capturamos al heredero de nuestro rival, nuestra puntuación de guerra aumentará considerablemente. Nunca debemos rendirnos tan solo por ver que las fuerzas enemigas son muy superiores a las nuestras.
Además, en caso de derrota siempre podremos organizarnos para recuperar más tarde aquello que hayamos perdido. Crusader Kings III ofrece muchas opciones tanto militares como a través de argucias para conseguir nuestros objetivos en el juego.
4 – Aprovecha el momento adecuado para declarar guerras
Si queremos arrebatar un territorio a un rival más poderoso será mucho más fácil hacerlo si éste se encuentra ya en guerra. Es por tanto una buena estrategia esperar el momento adecuado y guiar a nuestros ejércitos a la victoria cuando los suyos estén ocupados luchando contra los de otro adversario.
5 – Utiliza la tabla de decisiones
En la tabla de decisiones hay opciones que podemos tomar que beneficiarán considerablemente a nuestro gobernante. Por ejemplo, una muy buena estrategia al cambiar de personaje principal es iniciar una peregrinación. Al hacerlo éste conseguirá el rasgo «peregrino», que le dará una pequeña bonificación a la fe y a la opinión sobre él de los personajes de la misma religión.
También podemos congeniar con otros señores del reino organizando banquetes o cacerías, con los que además generalmente nuestro personaje perderá algo de estrés.
Si sigues los consejos de esta guía y tienes un poco de paciencia, no se te debería hacer muy difícil llegar al año final de Crusader Kings III sin que tu nivel de estrés supere al de tu gobernante.
En caso de conocer estrategias que haya pasado por alto, no dudes en dejarlo en los comentarios para que pueda incorporarlas a este artículo.