Hace meses que oímos hablar de la salida en early access de Valheim, pero nadie esperaba el tremendo éxito que iba a tener el juego.
Inicialmente, al no ser yo muy fan de los «survivals«, no hice mucho caso a lo que se decía de Valheim. Pero caí, no se si por el hype, por el aburrimiento de un domingo pandémico más, o ambas. El caso es que caí, y el mar de críticas positivas del juego tuvo bastante que ver.
¿Deberíamos confiar en estas opiniones ciegamente? Ciegamente no, ya que muchas de las opiniones también están influenciadas por la burbuja del hype, pero ciertamente me he llevado gratas sorpresas al respecto.
La cosa es que me dije : “¿Por qué no?”.
Me lo compré y lo abrí sin demasiada ilusión. Se trataba de un early access de aspecto desactualizado y de un género al que no juego mucho. Me despertaba poca expectación.
Valheim es un sandbox de supervivencia, exploración, construcción, algún tinte de RPG, y con mundos generados procesalmente… Digamos, una mezcla de muchas cosas que podría resultar terrible, pero que a mi parecer, ha conseguido un balance bastante bueno.
En el juego encarnamos a un guerrero vikingo en una especie de purgatorio: el reino de Valheim. Aún siendo una especie de sandbox, existe un objetivo final, que es acabar con un número determinado de bosses. Para ello, deberemos recolectar recursos, construir estructuras y craftear nuestro equipo y utensilios. Valheim ofrece una gran libertad para todo esto: lo juegas como quieras, te asientas donde quieras, y avanzas como quieras.
El mundo es generado con diferentes biomas colocados aleatoriamente. Así que podremos construir los asentamientos en los biomas más seguros, aún estando a kilómetros de distancia, en lugar de una sucesión lineal de zonas de menos difíciles a más.
Gameplay de Valheim
En cuanto al gameplay, a veces se torna un poco tosco. Podemos encontrar pequeños bugs, aunque absolutamente mínimos.
Para ser un early access, el juego está sorprendentemente pulido. La progresión en el crafteo me está pareciendo bastante balanceada, sin llegar a ser un infierno farmer, ya que desde un principio entiendes dónde puedes encontrar cada recurso, y, si se agotan, siempre podemos ir a otra zona con el mismo bioma.
De ésta manera, siempre tenemos algo que hacer: domar y criar jabalíes para obtener cuero y carne, plantar vegetales, construir colmenas, cocinar, fermentar bebidas alcohólicas, forjar equipo, construir barcos para navegar… etc. Éste bucle de libertad y cosas que hacer, está tan bien balanceado que engancha, y mucho.
Durante el viaje, y dependiendo del lugar, la hora del día y qué estamos haciendo, aparecerán diferentes enemigos, que pueden llegar a ser bastante cansinos a veces. Pero han de estar para asegurarse de que el jugador no se meta en según qué sitios sin el adecuado equipamiento o habilidades. En especial cuando cae la noche, éstos enemigos pueden atacarnos en un campamento, viniendo en pequeñas hordas que nos pueden hacer sufrir un rato. Aparte, de vez en cuando suceden diferentes eventos de los que nos tendremos que defender.
En cuanto a la parte más «survivalera», no moriremos de hambre o de sed, ya que el juego no es muy exigente en cuanto a eso. La cocina sí es realmente esencial para poder progresar. Necesitaremos la mejor comida para ir a por los bosses o por ciertas zonas con suficiente vida, regeneración y vigor.
Combate
El combate es realmente básico, lo cual no quita para que sea eficaz, requiriendo algo de timing, elección de arma y posicionamiento. Según qué enemigo, puede ser difícil pero no es injusto.
En todo caso en ocasiones acabaremos muriendo, y la muerte tiene consecuencias, ya que perderemos el equipo y puntos de habilidad. E ir con el estómago vacío y desnudo a recuperar equipo, si estamos muy lejos, puede meternos en un bucle bastante largo de muertes. Debido a esto es recomendable pensar con calma las decisiones sobre qué hacer, y que realmente nos esforcemos en ir bien equipados.
A medida que avanzamos, podemos darnos cuenta de los numerosísimos detalles que han tenido en cuenta los desarrolladores a la hora de construir el mundo. Por poner un ejemplo: si nos acercamos a un ciervo en modo sigiloso, pero tenemos el viento de espaldas, éste nos olerá y saldrá corriendo.
Opino que ésta atención al detalle es uno de los pilares que están marcando la diferencia en este juego. Las cosas pasan, tienen un por qué, y cuando te das cuenta, te sacan inevitablemente una sonrisa y no queda más que apreciar el buen trabajo hecho.
Por si fuera poco, el juego brilla realmente cuando lo juegas en cooperativo. Se torna realmente divertido el hecho de decidir qué construir, dónde y cómo, qué ir a raidear y qué hacer en cada momento.
Estado del juego y diseño
Por supuesto que se pueden mejorar muchas facetas y queda bastante contenido por añadir. Esta es la parte “early access” de cuando compras un juego en “early access”.
La optimización es bastante mala en este momento, hasta el punto de ser injugable si no tienes un equipo medio decente. Esto contrasta con la calidad gráfica que ofrece.
El modelado y texturizado de los objetos deja mucho que desear, siendo incluso incongruente. El estilo de los enemigos puede distar mucho de unos a otros, también los hay especialmente cutres, como los troles.
Las texturas presentan un pixelado que parece ser una decisión de diseño, pero difieren en densidad unas de otras, lo cual no tiene mucho sentido.
La cosa es que el resultado final no es malo. La paleta de colores, el postprocesado y los efectos ambientales están bastante logrados, y a cómputo global el entorno es bastante épico y acorde.
Conclusión
Mi conclusión es que, habiéndome dejado llevar en cierta manera, y sin esperar nada, llevo mis 45 horas jugadas, y siento que no he rascado ni la superficie del juego. Personalmente podría considerarlo un potencial juegazo, y más a precio tan asequible. A veces el hype funciona, a veces el hype está justificado, quizás sólo es cuestión de detectar de dónde viene y por qué, y a veces la comunidad es sabia.